ODA A LA VIDA

¡Oh, vida!... viviendo como vives,
tus cánticos retumban en mi mente,
las luchas encontradas de aflicciones,
absorber así la paz...
suena demente.

Tus gritos me clavaron tres puñales
y en el brotar la sangre,
no hallo alivio,
mas valiera terminar este martirio,
que seguir respirando en agonía.

Un infinito horror sintió mi cuerpo
manaba sin reten a tus conflictos,
más pánico invade mis entrañas,
cuando escucho la oda de la muerte.

Más aún en la niebla más inmóvil
se puede percibir una esperanza,
es cosa de rasgarse las entrañas,
pues... mueren caminos
y se levantan puentes.

Marel Sosa

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